¿Qué pasa cuando los travestis y transexuales van a buscar trabajo?


Si yo digo “travesti” lo más probable es que alguien piense en “prostitución” incluso si buscar en Internet aparecen notas sobre “prostitutas travestis” antes que otra cosa. Vemos entonces a las travestis como personas “estigmatizadas”; esto significa que su estigma es fácilmente perceptible por los demás y que, por lo tanto, poco pueden hacer para evitar la sanción social.
 Los sucesivos episodios de estigmatización que han sufrido a causa de esa percepción directa forman para ellas un saber anticipatorio teñido de resignación: con el tiempo, saben que salir a buscar trabajo (por más que para la ocasión se vistan “discretas” y se recojan el pelo para entrevistarse con un verdulero en el centro de Florencio Varela) es infructuoso y, entonces, algo que sería más saludable dejar de intentar.
 La cerrazón objetiva de posibilidades de inserción laboral (por su doble condición de travestis y pobres, obviamente) va machacando en la autovaloración de cada una.. porque, Si objetivamente no existen posibilidades de inserción laboral para los travestis pobres, muchas de ellas llegan a creer que es verdad que a ellas no les corresponden los puestos de trabajo que tienen la mayoría de los miembros de la sociedad... entonces: ¿para qué buscar? ¿buscar qué? Y acá vemos el paso de la “estigmatización” a la “autoestigmatización”, de la “discriminación” a la “autodiscriminación” producto de este circuito.

Pero no todas las travestis o transexuales se dejaron vencer por la estigmatización social, muchas encontraron otros caminos, y un poco de eso es lo que te contamos en el programa del miércoles pasado ¡ESCUCHANOS!

Programa 8 de mayo


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